Testimonio de Sanidad
(Transcripción del Audio)
Shalom hermano y hermana que me escuchas. Mi nombre es Yaritza, del ministerio de Adoración AvdeYah.
Si es la primera vez que me escuchas, te quiero dar la bienvenida a nuestra página. Y si todavía no te has suscrito, te invito a dejar tu email en el encasillado destinado para eso, para que así puedas recibir nuestras notificaciones y estar al día.
Hoy seguimos con la parte 3 del testimonio de sanidad. A esta serie la he titulado: «Acercándonos al Creador de los Milagros.» Y si todavía no has escuchado la primera parte o la segunda parte te invito a detener esta grabación y a buscarlas en nuestro blog (para que sepas más o menos cual es el propósito de esta serie).
En la primera parte les comenté que estoy compartiendo mi testimonio de sanidad…
Propósito de ésta serie
Hace aproximadamente 10 años padecí una condición que no tiene cura llamada el Síndrome de Fatiga Crónica. Pero el Padre me sanó de ella, y ya llevo más de un año sin experimentar ninguno de sus síntomas.
Esta condición, como te había dicho, no tiene cura según la ciencia, pero para nuestro Creador no hay nada imposible. Quiero compartir contigo no solamente el testimonio de sanidad, sino todo lo que el Padre me ha estado enseñando durante todo este proceso.
Como ministerio (de adoración) a través de esta serie queremos inyectar a tu vida ánimo, pasión y la fe que por la rutina diaria y las situaciones de vida se ha desgastado. Estamos viviendo tiempos muy difíciles y es necesario que mantengamos nuestros corazones ardientes por nuestro Creador y su Hijo
Yeshúa.
Y ahora sí, entrando de lleno a esta tercera parte… Pero, primero quiero, antes que nada, quiero dar un repaso de las lecciones que he aprendido, especialmente lo que te compartí en la primera parte. Quiero repasarlo nuevamente.
Breve Repaso de las enseñanzas pasadas
Me parece que es importante recalcar las enseñanza porque al final de la serie te vas a dar cuenta el porque es importante que los lleve por este proceso, porque fue el mismo proceso que el Creador me llevó.
En Isaías 53: 4-5 dice
«Ciertamente Él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores, pero nosotros lo consideramos herido, golpeado por Dios y humillado. Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades. Sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados.»
Y fíjense que dice que gracias a sus heridas fuimos sanados. Fuimos sanados en pasado.
No lo dice en presente, no lo dice en futuro, sino en pasado. Ya esa palabra fue dada. Nuestro Creador nos quiere ver sanos, nos quiere ver libres.
No nos quiere cautivos de la enfermedad, nos quiere libres.
En Mateo 17: 20 dice
«Si tuvieran fe tan pequeña como un grano de mostaza, podrían decirle a esta montaña trasládate de aquí para allá y se trasladaría. Para ustedes nada sería imposible.»
Para ustedes nada sería imposible.
En Mateo 8 dice:
«Yeshua extendió la mano y tocó al hombre. Sí quiero, le dijo, queda limpio y al instante quedó sano de la lepra.»
Y en la primera parte concluí diciendo que los médicos y la ciencia te pueden decir una cosa, pueden darte un diagnóstico o una noticia nefasta, pero nosotros tenemos que preguntarnos qué es lo que dice el Eterno en su Palabra.
¿Qué es lo que dice el Creador del universo y el Creador de nuestros cuerpos?
Y ahora sí, entrando de lleno a la enseñanza y al testimonio, no sé si se han dado cuenta, pero mi testimonio de sanidad no es un testimonio de sanidad instantánea. Ha sido un proceso en donde el Eterno me ha llevado a escudriñar Las Escrituras, a retar mi pensamiento.
Enseñanza y testimonio
Renovación de tu entendemiento
En el libro de Romanos 12:2 dice
«No se conformen a este mundo, más bien transfórmense por la renovación de su entendimiento, de modo que comprueben cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.»
En este verso se nos Invita a renovar nuestro pensamiento, a transformar nuestro pensamiento y a no conformarnos a este mundo.
Que fue precisamente lo que les compartí en la parte 2 de esta serie de sanidad.
- Una vez que yo recibí el diagnóstico de síndrome de fatiga crónica, yo recibí ese diagnóstico y no, no oré al respecto.
- Yo no le pregunté al Eterno, ¿ cuál es tu voluntad?
- Yo simplemente lo acepté.
Y viví conforme a eso durante 10 años, hasta que el Padre utilizó a un anciano de una congregación en el estado de Florida, donde vivíamos, donde estuvimos por dos años viviendo, y él entonces me trajo esta palabra: «El hombre y la ciencia dice una cosa, pero qué es lo que dice nuestro Creador.»
Muévete en fe
Además de renovar mi entendimiento, el Eterno me ha estado enseñando a moverme en fe. Y si usted no lo sabía, la palabra fe, que es emuná (en hebreo), no es solamente una acción de creer de manera intelectual, sino que nosotros cuando hablamos de fe o emuná, hablamos de acción y la misma Escritura dice: «…que la fe sin obras es muerta.» Santiago 2:14-17
Números 23: 19 dice:
«Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo que dice?
En Hebreos 13: 8 dice:
«Yeshúa el mesías es el mismo, ayer y hoy, y por los siglos.»
Y aquí me quiero detener, porque por lo menos en la forma en que yo creía anteriormente, no creía en los milagros para mi vida. Leía estas historias maravillosas de sanidad que el Mesías hizo e incluso en la Escritura completa realmente se ven testimonios de sanidades y milagros. Pero los dejaba allí.
Pensaba que eso (los milagros y sanidades) era para algunas personas, para un momento en específico de la historia y no me apoderé de esa palabra para mi vida y para este tiempo.
Pero en la Escritura claramente dice que Dios no es un hombre para que mienta, ni hijo del hombre para que se arrepienta. Si, Él lo dijo, Él lo hará, y si él lo habló, Él lo cumplirá.
En Hebreos 13 dice que Yeshúa es el mismo ayer, hoy y por los siglos.
Mantente apercibido/Preparado
En Génesis 18: 17 dice: «Entonces el Señor dijo: ¿He de encubrir a Abraham lo que voy a hacer?
Y aquí le digo El Eterno, el Dios grande y poderoso, envía mensajeros para avisarnos… avisarnos de peligro, avisarnos de las pruebas que se avecinan.
Una parte de mi testimonio es que antes de que llegara el COVID a nuestras vidas, yo recibí una palabra de parte de una hermana. Luego de un servicio, la hermana me llama y me dice: «Tengo que orar por ti, porque el Eterno me ha mostrado que vas a pasar por una prueba grande y necesitas este refuerzo.»
Ella oró por mí. Yo honestamente no… otra cosa verdad… Otro error que cometí es que no me apercibí. Honestamente en mi tiempo a solas, no ore al respecto tan poco. Recibí la oración, pero no oré al respecto, ni le pregunté al Padre, ¿qué es lo que viene?
Dos días luego, empezamos a sentir en nuestro cuerpo… mi esposo, que fue el primero que comenzó con síntomas de COVID.
(Y traigo lo del COVID, porque si no has escuchado la primera parte , el Eterno utilizó la pandemia, el COVID para traer sanidad a mi vida, no solamente sanidad a mi cuerpo físico sino también traer sanidad a mi corazón. Y no solamente — me sanó del COVID — , sino también de la condición de la cual yo llevaba cautiva durante diez años.
Reconoce que Él es el mismo ayer, hoy y por los siglos
Y ésta experiencia y estos textos que leí anteriormente, los estoy compartiendo con ustedes para que vean — si ustedes son del pensamiento que yo tenía –, si ustedes tienen ese pensamiento de que esos milagros quedaron en la Biblia y no aplican a este momento, la Escritura dice: «Que Él es el mismo ayer, hoy y por los siglos.»
Si Yeshua hizo milagros de sanidad, ¿por qué no puede hacer un milagro de sanidad en nosotros hoy?
Él es el mismo. Nosotros somos distintos. Han pasado varias generaciones, pero él sigue siendo el mismo. El Padre no ha cambiado. El padre no se arrepiente de su Palabra y Él claramente lo establece en su Palabra. Amén.
Y siguiendo con este tema de si Él sanará realmente en nuestra vidas, ¿realmente habrá milagro de sanidad en nuestra vida?
Cree en Él… Créele a Él
Todavía al día de hoy, hay personas que cuando yo les doy mi testimonio de sanidad me han comentado bueno, pero, ¿habrá sido algún medicamento que te dieron? ¿Habrá sido algo que hizo el COVID en tu cuerpo?
Hermano independientemente del proceso químico o el proceso científico que haya ocurrido en mi cuerpo, la cuestión detrás de todo esto es que ocurrió. Ocurrió una sanidad, que según el hombre no era posible.
Y además de eso han habido personas que le ha dado COVID y han tenido una secuela negativa del COVID, especialmente cuando les ha dado muy fuerte, como nos dio a mi esposo y a mí. Han tenido secuelas de eso, siguen padeciendo de los pulmones o tienen una serie de… tienen síntomas del Síndrome de Fatiga Crónica.
Y cómo es posible que yo teniendo el COVID y padeciendo el Síndrome de Fatiga Crónica no he tenido ninguna secuela y mi esposo tampoco. Así que independientemente del razonamiento humano de cómo ocurrió, el asunto es que ocurrió en el momento preciso. Y que el Eterno utilizó este momento, este tiempo en el que estábamos encerrados en nuestro apartamento, en el que no podíamos hacer otra cosa que orar, que leer la Escritura para enseñarme, para cambiar mis pensamientos, para moldear mi corazón y para renovar mi mente. Amén.
Y si todavía tienes el pensamiento de si realmente Él sana en nuestro día, bueno, pues vamos a ver qué dice la Escritura.
La Escritura en Éxodo 15: 26 dice:
«Diciéndole Si escuchas atentamente la voz del Señor tu Dios, y haces lo recto ante sus ojos. Si prestas atención a sus mandamientos y guardas todas sus leyes ninguna enfermedad de las que envié a Egipto te enviaré a ti. Porque yo soy el Señor, tu sanador.»
El Salmo 103:13 dice:
«Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias.»
Mateo 10: 7-8 dice:
« Y cuando vayan, prediquen, diciendo el reino de los Cielos se ha acercado. Sanen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos, echen fuera demonios de gracia han recibido den de gracia.»
Pero entonces ustedes se preguntarán ok, eso es lo que dice la Escritura. Claramente la Escritura dice que si nosotros seguimos y guardamos sus mandamientos, ninguna enfermedad de las que Él envío a Egipto nos va a tocar.
Claramente en el Salmo 103 dice que él es el que sana nuestras dolencias y perdona nuestras iniquidades. Esto es algo importante de recordar más adelante. Y en Mateo, cuando él envió a sus discípulos, dice claramente, sanen enfermos.
Una de las primeras cosas que Él les dice es que prediquen diciendo que el reino se ha acercado, el reino de los cielos se ha acercado y sanen enfermos. Eso está ahí clarito.
Si no fuera así, o sea, si no fuera posible la sanidad, ¿por qué entonces el Maestro Yeshua, el Mesías, dice ahí que envía a sus discípulos. Nosotros somos sus discípulos. No, no somos de los primeros 12, pero somos aquellos por los cuales Él oró.
Nosotros creímos gracias a la palabra de aquellos primeros discípulos. Y entonces ustedes se preguntarán bueno, ¿pero esto me aplica? Ésto también lo tenía en mi pensamiento:¿esto realmente aplica a mi vida al día de hoy?
Bueno, pues vamos a leer en la Escritura nuevamente en el libro de Juan 17: 9 -12 vamos a estar leyendo varios versos del 9-12, del 15-18 y del 20-26.
Esta oración que cada vez que la leo me conmueve muchísimo y es nuestro Maestro haciendo una oración al Todopoderoso por sus discípulos, dice:
«Yo ruego por ellos, no ruego por el mundo, sino por los que me has dado, porque tuyos son. Todo lo.
Mío es tuyo, y todo lo tuyo es mío. Y he sido glorificado en ellos. Ya no estoy más en el mundo, pero ellos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, guárdalos en tu nombre que me has dado para que sean uno, así como nosotros lo somos. Cuando ya estaba con ellos, yo los guardaba en tu nombre que me has dado. Y los cuidé. Y ninguno de ellos se perdió, excepto el hijo de perdición, para que se cumpliera la Escritura. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del maligno. No son del mundo….»
¡Escuche bien!
«No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en la verdad. Tu palabra es verdad.
Así como tú me enviaste al mundo, también yo los he enviado al mundo. Pero no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por medio de la palabra de ellos, para que todos sean uno. Así como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos lo sean en nosotros, para que el mundo crea que Tú me enviaste. Yo les he dado la gloria que tú me has dado, para que sean uno, así como también nosotros somos uno. Yo en ellos y tú en mí. Para que sean perfectamente unidos, para que el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado, como también a mí me has amado…»
«Padre quiero que donde yo esté también estén conmigo aquellos que me has dado, para que vean mi gloria que me has dado. Porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero Yo te he conocido. Y éstos han conocido que tú me enviaste. Yo les he dado a conocer tu nombre, y se lo daré a conocer todavía, para que el amor con que me has amado esté en ellos y yo en ellos. »
Aquí no solamente está orando por sus 12 discípulos, sino por todos nosotros, aquellos que hemos creído gracias a la palabra de aquellos primeros discípulos, gracias al ejemplo de aquellos primeros discípulos. Si dudas si realmente esta Palabra o esta Enseñanza o si la sanidad es para ti, aquí Yeshua lo plasma muy bien.
Esta oración es hermosa. Pero vamos a seguir leyendo en la Escritura en el libro de Juan 14: 12 -14 dice:
«De cierto, de cierto les digo que el que cree en mí, él también hará las obras que yo hago, y mayores que esta hará. Porque yo voy al Padre y todo lo que pidan en mi nombre, eso haré para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Y si me piden alguna cosa en mi nombre, yo lo haré.»
Amen.
Claramente aquí el Mesías está hablando. El Mesías no está dando condiciones. Claro, en otra parte de la Escritura dice que a veces pedimos y no recibimos porque estamos pidiendo conforme a nuestros deseos y no conforme a los deseos del corazón del Padre. (Santiago 4: 3-17)
Pero si todavía te preguntas, ¿esto está en el corazón del Padre? Es que ya hemos leído varios versos y aún nos faltan todavía versos… otros capítulos y versos de la Escritura, donde se confirma una y otra vez cuál es la voluntad del Padre para sus hijos.
El Padre, y nuevamente, repito, el Padre no quiere ver a sus hijos secuestrados, cautivados por una condición humana, ni una condición física, ni una condición mental. No quiere que nosotros vivamos conforme al mundo, porque dice la Escritura que no somos del mundo. No podemos seguir los pensamientos del mundo.
Y aquí entonces recuerdo nuevamente… te recuerdo lo que te compartí en la parte dos: yo cometí el error de pensar como el mundo.
La ciencia me estaba diciendo no tiene cura esta condición. Y yo no busqué estos versos en la Escritura y no los repetí, y no los creí.
No fue hasta que el Padre tuvo que traerme el COVID y tuvo que encerrarme y tuvo que decirme:
—«Yaritza, yo te quiero romper.»
Y yo le dije: «Ok, Padre, rómpeme. Porque yo sé que si tú me rompes, tú vas a tener misericordia de mí. Si el hombre me rompe, no va a tener misericordia de mí.»
Y cuando el Padre me estaba diciendo que me iba a romper, no lo estaba diciendo en un sentido negativo, es que me estaba diciendo:
«Voy a romper estos patrones de pensamiento errados que has tenido durante tu vida, durante gran parte de tu vida y que te han tenido… te han mantenido presa del mundo, te han tenido cautivada en el mundo. Yo quiero traerte libertad.»
Y cómo poco a poco el Padre fue rompiendo cada uno de esos pensamientos que más adelante, poco a poco, iré compartiéndolo con ustedes en las próximas parte de esta serie.
El Padre fue rompiendo pensamiento tras pensamiento, pensamiento tras pensamiento, a través de su Escritura, a través de su Palabra.
Puntos importantes para recordar
Quiero hacer un recuento aquí a través de nuestro recorrido, en el recorrido que hemos hecho en la Escritura hasta este momento:
- El Eterno no cambia
- Él en estos días todavía nos puede hablar
- Él en estos días todavía puede hacer un milagro. (¿Que tú no conoces a nadie que haya que le haya ocurrido un milagro? Ok, te lo puedo aceptar, porque eso fue también mi historia. Pero no dudes que Él puede hacer un milagro en tu vida, en tu familia, en tu casa. Amén.)
- Ésta palabra nos aplica todavía. (Estas escrituras son vida a nuestra vida. Se hacen vida en nosotros y están activas y están vigentes en este momento, en este siglo todavía sigue vivo. Amén.)
Y ahora les quiero compartir algo rapidito de lo que ocurrió.
Les comenté que el Padre antes de que venga o que ocurra algo en nuestra vida, siempre envía mensajeros. Ya sea mensajeros espirituales o mensajeros físico, no solamente ángeles… seres celestiales, sino ángeles también de carne y hueso.
(En mi caso) Primero envió a esta hermana que el Padre le hizo ver, le hizo saber que iba a pasar por una prueba grande, pero que no me preocupara. Y fíjese que siempre una palabra de advertencia viene también (acompañada) de una palabra de paz. Porque una de las palabras que yo recibí fue que: «sí, vas a pasar por una prueba, pero vas a salir airosa de ella, solamente tienes que confiar en mí.»
Esa fue parte de la palabra que yo recibí.
Y otra de las cosas que ocurrió es que cuando comenzó la pandemia, yo estaba metida en esa ola que se levantó de terror… yo experimenté esa ola también. Como les dije, todavía tenía el pensamiento.
Científico. El pensamiento de cómo funciona el cuerpo humano y todo esto.
Mi esposo me había comentado que él había visto, él tuvo una visión donde él vio dos ángeles que estaban protegiendo nuestras puertas. Estaban en nuestras puertas y estaban como pasando la sangre… como recordando cuando Moshéh recibió la instrucción de pasar la sangre del cordero sobre los dinteles. Algo parecido vio mi esposo.
Y honestamente yo esa visión no la tomé tampoco en consideración… (para que veas que obstinados a veces somos, aún siendo “creyentes”, aún diciendo que creemos al Padre realmente no le creemos.)
Y ese era mi postura y lo quiero compartir por si acaso hay alguno de ustedes que tiene esta misma postura.
Y yo no creí… o no hice caso de esto. Me envolví también en la histeria colectiva que estábamos pasando todos acerca de la pandemia.
Cierra las puertas prohibidas que abriste
Y quiero leerte en Proverbios 14: 1 dice:
«La mujer sabia edifica su casa, pero la insensata con sus propias manos la destruye.»
Y lamentablemente, yo no solamente no hice caso o no recibí esa palabra para mi vida… (esa visión) sino que además de eso, de forma inconsciente, abrí una puerta al enemigo.
Mira lo que dice en Proverbios 16: 2-3:
«Todo camino del hombre es limpio en su propia opinión. Pero el Señor es el que examina los espíritus. Encomienda al Señor tus obras, y tus pensamientos serán afirmados. Encomienda al Señor tus obras, y tus pensamientos serán afirmados.»
Y aquí quiero hablar de otra de las cosas que el Eterno me.habló durante todo este proceso de sanidad, que si se han dado cuenta, no ha sido, solo un proceso de sanidad física, sino que el Padre estaba trabajando de manera intensa con mi corazón, con mis pensamientos.
Y una de las cosas que el Padre estaba trabajando conmigo era que a veces me gusta mucho en mi tiempo libre ver televisión como la mayoría.
Pero el Eterno había puesto en mi corazón que habían algunos programas de televisión que no los debía ver por el tipo de contenido que tenían, contenido que son de índole espiritual, por así decirlo y que no traen nada bueno a nuestro corazón, a nuestra mente.
Y de hecho, más o menos a la misma vez que yo estoy sintiendo esto. Mi esposo también en una ocasión me dijo fíjate…
(estábamos viendo un programa de televisión que era uno de esos programas que yo sentía que no debíamos ver, pero aun así, aún sintiéndolo, lo seguía viendo porque empezaba a racionalizar: «no pero esto no tiene nada malo. Y empezaba a racionalizarlo.
Mi esposo un día nos sentamos y me dice fíjate yo pienso que no debemos ver este programa. Y precisamente mientras estábamos con el COVID, esa fue una de las cosas que el Eterno trajo a mi mente.
Hay ciertos programas de televisión (que no son aptos para que los veamos), y más en estos tiempos donde ahora el libertinaje, no solamente a nivel de sexualidad sino también incluso hay programas que claramente ya no se esconde el maligno… Donde claramente se habla de brujería y otro tipo de cosas donde ahora reina el estar hablando de los asesinos en serie.
Y una de las cosas que quiero compartir contigo y era una de las cosas que yo me justificaba a mi misma… — es que parte de mi educación, como les estaba diciendo, no solamente es en terapia ocupacional y del funcionamiento del cuerpo humano, sino también que yo estudié consejería en rehabilitación y casi me faltaban solamente tres clases para poderme graduar de mi maestría en consejería –. Así que para mí la mente humana, el pensamiento humano, es fascinante… en la manera en que nosotros pensamos y actuamos.
Una de las cosas que yo justificaba era precisamente ver este tipo de programas documentales sobre asesinos en serie. Para mí toda esta parte de la psicología es, como les digo, es fascinante, pero a la misma vez…
Bueno, ¿qué enseñanza tiene eso para mí? ¿Qué bien me hace eso para mí? Realmente ninguna. (Ver esos programas) no me hace bien a nivel espiritual conocer las atrocidades que hacen estos seres humanos a otros seres humanos.
Y si eres de (las personas que le gusta esta tendencia, te invito a reflexionar en la Escritura. Te invito a hacer a poner esto en oración y pedirle al Eterno que te ayude porque hoy en día estos programas abundan muchísimo. Este tipo de programas no aportan nada positivo, sino todo lo contrario.
Entonces, como les estaba diciendo, nosotros no somos del mundo, no podemos seguir la corriente del mundo. No porque ese programa esté de moda en el mundo significa que nosotros tenemos que verlo, tenemos que seguirlo.
Tenemos que cuidar nuestros ojos. Es importante que cuidemos lo que nosotros vemos, porque eso es lo que va también va a nuestro corazón y lo que luego sale por nuestra boca.
Y como les digo, no somos de este mundo.
La Escritura dice que nosotros somos santos y la palabra santo en su original, en el hebreo, es apartados.
(En otras palabras) Somos separados (para nuestro Padre), se supone que nos guardemos y estemos en un proceso de limpieza… de apartarnos de todo lo que nos contamina para así poder estar apercibidos a lo que el Padre nos quiere decir, porque mientras más en contacto estemos con las cosas del mundo, es más difícil uno poder afinar su oído a qué es lo que el Padre quiere que yo haga… (Estar apercibidos) a esa voz… porque entonces la voz del Padre se ahoga en la voz del mundo que grita.
No te conformes a este mundo
OK, Y nuevamente volvemos otra vez a Romanos 12: 2 «No se conformen a este mundo, más bien transfórmense por la renovación de su entendimiento, de modo que comprueben cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.»
Si Yeshua estuviera sentado contigo en el mueble, ¿Tu verías ese programa o esa serie?
Esta fue la pregunta que en dos ocasiones distintas mi esposo me preguntó. Y esta es la pregunta que también yo te quiero lanzar a ti. Cada vez que tu te sientes a ver un programa de televisión o incluso a escuchar música, porque también con la música hay que tener cuidado. Es lo mismo… Son cosas que absorbemos del mundo.
Si Yeshua estuviera sentado a tu lado escuchando, ¿tu escucharías esa música? ¿Tu verías esa serie de televisión?
Pues realmente, aunque no lo podemos ver, el Eterno, el Creador del universo. Está siempre con nosotros, y Él envía a sus mensajeros y sus ángeles también a estar con nosotros. Y ellos llevan reportes al Eterno. Esto está en la Escritura claramente también. Así que tengamos, presente qué es lo que consumimos, que es lo que leemos, qué es lo que vemos, qué es lo que escuchamos.
Seamos prudentes en ese sentido y pidamos al Padre ayuda para realmente vivir una vida apartada para Él.
Vivir una vida apartada para Él, no solamente es seguir sus mandamientos, es velar lo que comemos, y cumplir con lo que dice la Escritura que debemos y que no debemos comer. Tratar bien a nuestro prójimo, sino también es estar pendiente de qué es lo que consumimos a nivel de nuestros sentidos, de nuestros ojos, de nuestros oídos, qué hablamos, con quienes nos rodeamos.
Para concluir… (porque hay más más tela que cortar de esta serie y de este testimonio de sanidad)
Como ven no es un testimonio de sanidad instantánea, aunque así hubiese parecido de momento. Esto es un testimonio de sanidad en el que el Padre ha estado rompiéndome, rompiendo mis pensamientos, rompiendo mi corazón, mi manera de pensar.
¿Por qué el Eterno hizo todo esto conmigo?
Porque hace muchos años yo hice una oración (donde le dije que) yo quería vivir para Él y quería hacer su voluntad. Y parte de mi oración ha sido que yo quiero seguir los pasos de mi Maestro (Yeshua)
Bueno, para seguir los pasos de mi Maestro, yo tengo que vivir como mi Maestro vivió.
¿Y cómo vivió Yeshúa? No hay otra manera de vivir como Yeshua que hacer lo que Él hizo y, ¿que Él hizo? Él estuvo en el mundo también como nosotros lo estamos pero Él vivió apartado. No solamente apartado del mundo y apartado de la religiosidad… Él vivió una vida completamente dedicada al Eterno: a sanar, a restaurar, a libertar al cautivo.
Y esa es parte de nuestra misión. De hecho, esa es parte de la oración del Mesías. Cuando el Mesías envió a los 12 para que anunciaran el reino de los cielos y les dijo: «…sanen enfermos. echen fuera demonios…»
Esa es parte de nuestra misión.
Hermano y hermana que me escuchas, limpiemos nuestros corazones de toda maldad, renovemos nuestra mente, declaremos la mente del Mesías sobre nosotros, apartemos nuestros pensamientos y vivamos conforme a la voluntad del Eterno.
Y aquí los quiero dejar, pero no sin antes hacer un resumen y un repaso de las cosas que hemos aprendido en esta Parte 3 de la serie de Sanidad y de “Acercándonos al Creador de los Milagros”.
Resumen
- El Creador de los milagros quiere renovarnos.
- Él quiere que nosotros vivamos vidas apartadas para Él pero nosotros también tenemos que vivir una vida en fe.
- Una de las cosas que he comentado tanto en la parte 2 como en esta es que no podemos creer todo lo que el mundo nos dice. Tenemos que buscar lo que dice la Escritura, no lo que yo creo como ser humano, no lo que me dice mi pastor o mi pastora, no lo que dice aquel líder o aquel cantante o aquel evangelista… Es lo que dice la escritura, porque los seres humanos pecamos, porque los seres humanos nos equivocamos, porque los seres humanos estamos todos en un proceso de restauración.
- Tenemos que buscar cuál es la voluntad del Eterno para nuestra vida y solamente lo podemos hacer:
- 1. En intimidad con Él, preguntarle directamente a Él. Y créame que cuando nosotros le preguntamos directamente a Él, Él nos va a contestar y nos va a llevar a su Palabra. Ese no solamente ha sido mi proceso, es que ha sido el proceso de todos los siervos del Eterno cuando usted mira la Escritura les hablaba a través de la misma, les contestaba y les revelaban.
- Así que actuemos con fe. La fe sin obras es muerta. No podemos decir que creemos de manera intelectual y no movernos hacia eso… no caminar hacia eso.
- En Mateo 10: 7-8 dice: «Y cuando vayan, prediquen diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanen enfermos.»
- Es un mandato, fíjense que es un mandato del Mesías hacia sus discípulos. Nosotros decimos que somos discípulos del Mesías.
- Así que Él nos envía… Nos manda a que nosotros sanemos enfermos, a que nosotros resucitemos muertos, a que nosotros limpiemos leprosos, a que nosotros echemos fuera demonios, que dé de lo que hemos recibido de gracia, demos de de gracia.
Oración
Y te pido que me permitas orar por ti en este momento y presentarnos delante del Eterno para que Él siga también trabajando en tu corazón, en tus pensamientos y siga renovándonos, y nos muestre que cosas tenemos que rendir, que nos muestre qué cosa debemos entregar, que nos muestre que debemos hacer para seguir los pasos del Mesías.
Oramos:
Padre, en el nombre de Yeshúa, venimos delante de tu presencia reconociendo que te necesitamos, que necesitamos tu presencia en nuestra vida. Padre, ayúdanos a vivir y andar como el Maestro Yeshúa anduvo cuando estaba aquí en la tierra.
En esta hora te pedimos que tu renueves nuestros pensamientos. Padre, declaramos la mente del Mesías sobre nosotros. Te pedimos Padre que tu nos limpies, que tu limpies nuestros pensamientos mundanos y queremos nosotros tener pensamientos de bien sobre nuestra vida, pensamientos… tus pensamiento, los pensamientos de Yeshúa sobre nosotros.
Padre, rendimos nuestras vidas delante de ti, somos tuyos… Queremos vivir, pensar y actuar conforme a tu palabra.
Y como dice la Escritura Padre, más de ti y menos de nosotros…
Te pedimos Padre, que tu no reveles si hay algo en nuestra vida que tenemos que rendir, si hay algo en nuestra vida, Padre que está impidiendo el fluir de tu presencia y de tu Espíritu Santo sobre nosotros. Te pedimos Padre, que tu nos reveles en este momento cuáles son las cosas que necesitamos rendir delante de Ti y desechar.
Padre Santo queremos vestirnos con vestiduras blancas, con vestiduras santas. Padre, en tus manos nos ponemos, queremos hacer tu voluntad y queremos vivir vidas apartadas como dice tu Escritura. En el nombre de tu Hijo Yeshua nos ponemos en tus manos. Amén y amén.
Invitación para la parte 4 de la serie
Hermano y hermana Shalom. Espero que nos veamos en la próxima parte, la cuarta parte de esta serie, espero que sea de bendición. Shalom, Shalom.
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